lunes, 12 de diciembre de 2011

Tipos de personalidad



Tipo 1. EL REFORMADOR - Idealista, de principios. Éticos, concienzudos, bien/mal. Profesores y cruzados; también quieren hacer el bien pero temen cometer errores. Organizados, ordenados y fastidiosos, derivan en críticos y perfeccionistas. Problemas con la ira reprimida e impaciencia. En su mejor estado: sabios, realistas nobles y moralmente heroicos.
Tipo 2. EL AYUDADOR - Preocupado, interpersonal. Empáticos, sinceros, cálidos. Amistosos, generosos y sacrificados; también pueden ser sentimentales, halagadores y complacientes. Les gusta estar cerca de otros y hacer cosas por otros para ser necesitados. Problemas con hacerse cargo de ellos mismos y reconocer sus propias necesidades. En su mejor estado: generosos y altruistas y tienen amor incondicional por ellos mismos y otros.
Tipo 3. EL TRIUNFADOR - Adaptable y orientado al éxito. Seguros de sí mismos, atractivos y encantadores. Ambiciosos, competentes y energéticos; conscientes del status y buscan avance personal. Preocupados de la imagen y lo que los demás piensen de ellos. Problemas con competitividad y trabajólicos. En su mejor estado: Auténticos, se aceptan y son todo lo que parecen ser. Modelos que inspiran a otros.
Tipo 4. EL INDIVIDUALISTA - Romántico, introspectivo. Conscientes de sí mismos, sensibles, reservados y callados. Se muestran, emocionalmente honestos, y personales; también pueden ser temperamentales y egocéntricos. No se acercan a otros por sentirse vulnerables y defectuosos, pueden ser mirar en menos estilos de vidas comunes. Problemas con autoindulgentes y pena de sí mismos. En su mejor estado: inspirados y altamente creativos, capaces de renovarse a sí mismos y transformar sus experiencias.
Tipo 5. EL INVESTIGADOR - Intenso, cerebral. Alertas, profundos y curiosos. Capacidad de concentración y foco en el desarrollo de ideas y destrezas complejas. Independientes e innovadores; pueden volverse preocupados con sus pensamientos y construcciones imaginarias. Se vuelven desconectados, pero intensos. Problemas con aislamiento, excentricidad y nihilismo. En su mejor estado: Pioneros visionarios, adelantados a su tiempo y capaces de ver el mundo de una forma completamente distinta.
Tipo 6. EL LEAL - Comprometido, orientado a la seguridad. Confiables, trabajadores y responsables; pueden ponerse a la defensiva, evasivos y altamente ansiosos, estresándose y quejándose. Usualmente precavidos e indecisos, pueden ser reactivos, desafiantes y rebeldes. Problemas con duda y sospecha. En su mejor estado: estables internamente, confiados en sí mismos, apoyadores de los débiles y sin poder.
Tipo 7. EL ENTUSIASTA - Ocupado, productivo. Versátiles, optimistas y espontáneos. Juguetones, espíritu en alto y prácticos; pueden abarcar mucho, dispersos y poco disciplinados. Buscan experiencias nuevas y excitantes, pero se distraen y cansan en el camino. Problemas con superficialidad e impulsividad. En su mejor estado: Usan sus talentos en metas que valen la pena, disfrutan, satisfechos, llenos de gratitud.
Tipo 8. EL DESAFIADOR - Poderoso, dominante. Confiados en sí mismos, fuertes y asertivos. Protectores, llenos de recursos y decididos; pueden ser orgullosos y dominantes. Sienten que deben controlar el entorno, tornándose confrontacionales e intimidantes. Problemas con permitirse estar cerca de otros. En su mejor estado: usan su fuerza para mejorar las vidas de otros, son heroicos, magnánimos y a veces históricamente grandes.
Tipo 9. EL PACIFICADOR - Aceptador, inconsciente de sí. Aceptadores, confiados y estables. De buena naturaleza, buenos, fáciles y apoyadores; pueden estar demasiado dispuestos a seguir la corriente a otros para mantener la paz. Quieren que nada implique conflicto pero tienden a ser complacientes y minimizar todo aquello que lo altere. Problemas con pasividad y porfiades. En su mejor estado: intensamente vivos y conectados con ellos mismos y otros.
Existen muchas más clasificaciones para los diversos tipos de personalidad. Lung aportó una muy interesante, que divide las personalidades en introvertidas y extravertidas. Los introvertidos estarían muy volcados hacia sí mismos, muy atentos a lo que ocurre en su interior. Son personas muy individualistas, muy críticas con las costumbres y normas sociales, con poca capacidad de adaptación y desconfiadas. Son propensos a las neurosis y a los trastornos por ansiedad. Los extrovertidos están más volcados hacia el mundo exterior. Se adaptan mejor a los cambios y son más sociales; a veces dependen excesivamente de las tradiciones y convencionalismos. Actúan en razón de las circunstancias del momento y sus leyes morales coinciden con las que tiene la mayoría de la sociedad en ese momento. Suelen ser más prácticos que idealistas. Tienen una mayor propensión a padecer trastornos de tipo histérico y a las toxicomanías.
Dentro de estas dos tipologías: introvertidos y extravertidos, se pueden establecer cuatro subtipos en cada una de ellas, según los rasgos de personalidad predominantes. Así se puede hablar de hombres de tipo intelectual, afectivo, sensorial o intuitivo. Los intelectuales se caracterizan porque en ellos prima la razón, y actúan fundamentalmente en relación con la misma. Los afectivos, por el contrario, dan una importancia prioritaria a los sentimientos y a la afectividad en términos generales. Los sensoriales son aquellos en los que prima sobre los demás la esfera de las sensaciones, e incluso la sensualidad grosera. Los intuitivos se guían a menudo por su intuición y por criterios subjetivos. Suelen tender a la fantasía, son poco realistas, con afición por las aventuras y a veces creativos y con muchas iniciativas. Los subtipos intelectual y sensorial abundan más entre los hombres, mientras que los afectivos e intuitivos se dan más entre las mujeres.
Existen tantos tipos de personalidad como rasgos se pueden describir en la misma. Podemos hablar de dominantes y dependientes, seguros e inseguros, equilibrados y desequilibrados, autoritarios y tolerantes, activos y asténicos, teóricos y prácticos, sensibles e indiferentes, impulsivos y reflexivos, optimistas y pesimistas, interesados y desprendidos, altruistas y egoístas, coléricos o templados y un largo etcétera.
En términos generales, es muy difícil encontrar personas que pertenezcan claramente a un tipo de personalidad de entre las clasificaciones descritas; generalmente no existen tipos «puros» de personalidad, sino tipos «mixtos», es decir, que tienen características propias de uno o más tipos o subtipos, ya que, al fin y al cabo, la personalidad es una característica puramente individual, en la que pueden existir rasgos comunes en unas personas respecto a otras, pero sin que se produzcan dos exactamente idénticas. Cada personalidad es todo un mundo distinto e inabarcable.

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